miércoles, 27 de mayo de 2009

TEORIA, LA PERSUACIÓN Y EL CONSUMISMO

Teoría:
La publicidad
En el cine, la radio, la televisión, la prensa, en la calle... recibimos continuamente mensajes publicitarios. Muchos nos incitan al consumo; otros, en cambio, no invitan a adoptar determinadas actitudes, como cuidar el medio ambiente o conducir con prudencia.
La publicidad es una forma de comunicación persuasiva que pretende informar y, sobre todo, convencer a los destinatarios para que actúen de una forma determinada.
El lenguaje de la publicidad
El lenguaje de la imagen y los textos en la publicidad tiene unas características propias:
La imagen, el color, la forma de las letras... llaman la atención rápidamente.
El texto del anuncio, el eslogan, está formado por frases breves, sencillas, fácilmente memorizables. Su misión es anunciar un producto o un mensaje e influir en el receptor.
El texto escrito es persuasivo: se utilizan los pronombres de segunda persona, construcciones imperativas, frases hechas, rimas, repeticiones, y otros recursos estilísticos.
Los anuncios publicitarios, al igual que el signo lingüístico, están formados por dos planos: el plano del contenido (la realidad del mensaje que nos transmite) y el plano de la expresión (los recursos lingüísticos y no lingüísticos utilizados para llamar la atención del receptor).
Ejemplo
Clasificación por el plano del contenido
Recursos para llamar la atención
"Cervantes", el grande de los grandes almacenes.
Sociales. Fomentan el interés por ciertos servicios que suponen bienestar y utilidad para el usuario.
Redundancias y ponderaciones para presentar algo como único y singular.
Por una vejez tranquila, confíe en seguros "La Cometa"
Económicos. Impulsan el ahorro y la economía.
Se utiliza el imperativo confíe para incitar al consumidor.
Mantenga limpia la ciudad. ¡Es tan bonita!
Cívicos. Dirigidos a los ciudadanos con el fin de mejorar sus actitudes y las condiciones de convivencia.
Uso del imperativo y de los signos de admiración.
Si quieres aventura, lánzate a la lectura.
Culturales. Pretenden incrementar el interés por la cultura.
Igualdad métrica y rima.
Según la finalidad perseguida, los anuncios pueden clasificarse en:
Propagandísticos. Pretenden convencer y aconsejar al receptor para que actúe de una forma determinada. Su finalidad puede ser social, cívica, cultural, deportiva...
Publicitarios. Pretenden que el receptor consuma o compre un producto determinado. Su finalidad es básicamente comercial.


La teoría del consumidor es la modelización económica del comportamiento de un agente económico en su carácter de consumidor de bienes y de servicios. Esta teoría relaciona las preferencias, las curvas de indiferencia y las restricciones presupuestarias a las curvas de demandaHistoria de la Teoría del Consumidor
Preferencias, utilidad…..curvas de indiferencia.
Desde Jeremy Bentham hasta William Stanley Jevons, es el camino que debemos recorrer en la historia del pensamiento económico para arribar al concepto de utilidad, que es uno de los dos pilares sobre los que se construye la teoría neoclásica de la elección del consumidor.
Recorramos un poco este camino…
“La naturaleza ha puesto a la humanidad bajo el gobierno de dos amos soberanos, el dolor y el placer. Sólo ellos señalan lo que tenemos que hacer, así como determinan lo que haremos…El principio de utilidad reconoce esta sujeción…”
“Por el principio de utilidad se entiende aquel principio que aprueba o desaprueba toda acción según la tendencia que demuestre tener para aumentar o disminuir la felicidad de la parte cuyo interés está en juego…” (Principles of Morals and Legislation, p.17)
1
Bentham (1748-1832) sostenía que el bienestar y el malestar se podían medir objetivamente y, de hecho mencionaba un método de cálculo mediante el cuál se obtenía como resultado un número que representaba el bienestar o el malestar de la persona o grupo de personas.
Más adelante Nassau Senior, diría que la utilidad “no denota ninguna cualidad intrínseca en las cosas que llamamos útiles; expresa simplemente sus relaciones con los dolores y placeres de la humanidad” (Political Economy, p.7)
2.
Pero además esbozaría la noción de utilidad marginal decreciente y su relación con la escasez relativa:
“No sólo está limitado el placer que las mercancías de una clase dada pueden permitir, sino que el placer disminuye en proporción rápidamente creciente, mucho antes de que se alcancen aquellos límites. Dos artículos de la misma clase raramente proporcionarán el doble del placer de uno, y todavía menos diez proporcionará cinco veces el placer de dos. Por lo tanto, en proporción, a medida que cualquier artículo es abundante, el número de aquellos que disponen de él, y no lo desean, o lo desean pero poco, para aumentar su provisión, es probable que sea grande; y en cuanto a ellos les interese, la oferta adicional pierde toda, o casi toda, su utilidad” (Political Economy, pp.11-12)
Jules Dupuit desarrolló y presentó con gran claridad la teoría de la utilidad marginal. Dupuit señaló que la utilidad que un individuo obtiene de un stock homogéneo de bienes se determina por el uso a que se destinan las últimas unidades del stock; es decir, la utilidad marginal de un stock de un determinado bien disminuye a medida que aumenta la cantidad.
Jevons: “Una unidad de placer o de dolor es difícil aún de concebir; pero es la magnitud de estos sentimientos la que nos está incitando continuamente a comprar y vender, a endeudarnos y prestar, a trabajar y descansar, a producir y a consumir; y es de los efectos cuantitativos de los sentimientos que debemos estimar sus magnitudes comparativas. No podemos conocer más ni medir la gravedad, en su propia naturaleza, de lo que podemos medir un sentimiento; pero, de la misma manera que medimos la gravedad por sus efectos en el movimiento de un péndulo, podemos estimar la igualdad o desigualdad de los sentimientos por las decisiones de la mente humana (Teoría de la economía política, p.11 de la edición americana citada por los autores).
3
El mayor aporte de Jevons es la diferenciación entre los conceptos de utilidad total y utilidad marginal: “el grado de utilidad de una mercancía varía con la cantidad que se posee de dicha mercancía y va disminuyendo a medida que aumenta la cantidad de la misma mercancía”4.
Vemos entonces cómo a través de la historia del pensamiento económico el concepto de utilidad, que no es otra cosa más que el intento de mesurar el placer, fue evolucionando desde algo que se suponía se podía medir en forma exacta, es decir asignarle un valor, hasta un concepto de descarta esa posibilidad de medición cardinal y se conforma con una “medición” ordinal.
También se muestra, en forma resumida sólo esbozada, cómo va surgiendo el concepto de utilidad marginal y la importancia del mismo en la teoría neoclásica de la elección del consumidor.
Estos son, entonces, los temas que iremos desarrollando: utilidad cardinal, utilidad ordinal, función de utilidad, utilidad marginal y luego pasaremos a la construcción de las curvas de indiferencia. del consumidor. Es una rama de la microeconomía.



La teoría del consumidor se encarga de estudiar la forma en que los individuos toman sus decisiones
de compra de bienes y servicios, con el principal objetivo de generar un nivel de satisfacción o
utilidad, pero Debido a que las personas tienen un presupuesto limitado, este nivel de utilidad
depende en gran medida de los ingresos que este disponga. Podemos representar gráficamente un
conjunto de combinaciones de dos bienes A y B, si suponemos por un momento que una persona
consume únicamente dos bienes, y se denomina curva de restricción presupuestaria. El consumidor
puede elegir cualquier combinación de A y B que se encuentre bajo esta curva.


Historia de la Teoría del Consumidor
Preferencias, utilidad…..curvas de indiferencia.
Desde Jeremy Bentham hasta William Stanley Jevons, es el camino que debemos recorrer en la historia del pensamiento económico para arribar al concepto de utilidad, que es uno de los dos pilares sobre los que se construye la teoría neoclásica de la elección del consumidor.
Recorramos un poco este camino…
“La naturaleza ha puesto a la humanidad bajo el gobierno de dos amos soberanos, el dolor y el placer. Sólo ellos señalan lo que tenemos que hacer, así como determinan lo que haremos…El principio de utilidad reconoce esta sujeción…”
“Por el principio de utilidad se entiende aquel principio que aprueba o desaprueba toda acción según la tendencia que demuestre tener para aumentar o disminuir la felicidad de la parte cuyo interés está en juego…” (Principles of Morals and Legislation, p.17)
1
Bentham (1748-1832) sostenía que el bienestar y el malestar se podían medir objetivamente y, de hecho mencionaba un método de cálculo mediante el cuál se obtenía como resultado un número que representaba el bienestar o el malestar de la persona o grupo de personas.
Más adelante Nassau Senior, diría que la utilidad “no denota ninguna cualidad intrínseca en las cosas que llamamos útiles; expresa simplemente sus relaciones con los dolores y placeres de la humanidad” (Political Economy, p.7)
2.
Pero además esbozaría la noción de utilidad marginal decreciente y su relación con la escasez relativa:
“No sólo está limitado el placer que las mercancías de una clase dada pueden permitir, sino que el placer disminuye en proporción rápidamente creciente, mucho antes de que se alcancen aquellos límites. Dos artículos de la misma clase raramente proporcionarán el doble del placer de uno, y todavía menos diez proporcionará cinco veces el placer de dos. Por lo tanto, en proporción, a medida que cualquier artículo es abundante, el número de aquellos que disponen de él, y no lo desean, o lo desean pero poco, para aumentar su provisión, es probable que sea grande; y en cuanto a ellos les interese, la oferta adicional pierde toda, o casi toda, su utilidad” (Political Economy, pp.11-12)
Jules Dupuit desarrolló y presentó con gran claridad la teoría de la utilidad marginal. Dupuit señaló que la utilidad que un individuo obtiene de un stock homogéneo de bienes se determina por el uso a que se destinan las últimas unidades del stock; es decir, la utilidad marginal de un stock de un determinado bien disminuye a medida que aumenta la cantidad.
Jevons: “Una unidad de placer o de dolor es difícil aún de concebir; pero es la magnitud de estos sentimientos la que nos está incitando continuamente a comprar y vender, a endeudarnos y prestar, a trabajar y descansar, a producir y a consumir; y es de los efectos cuantitativos de los sentimientos que debemos estimar sus magnitudes comparativas. No podemos conocer más ni medir la gravedad, en su propia naturaleza, de lo que podemos medir un sentimiento; pero, de la misma manera que medimos la gravedad por sus efectos en el movimiento de un péndulo, podemos estimar la igualdad o desigualdad de los sentimientos por las decisiones de la mente humana (Teoría de la economía política, p.11 de la edición americana citada por los autores).
3
El mayor aporte de Jevons es la diferenciación entre los conceptos de utilidad total y utilidad marginal: “el grado de utilidad de una mercancía varía con la cantidad que se posee de dicha mercancía y va disminuyendo a medida que aumenta la cantidad de la misma mercancía”4.
Vemos entonces cómo a través de la historia del pensamiento económico el concepto de utilidad, que no es otra cosa más que el intento de mesurar el placer, fue evolucionando desde algo que se suponía se podía medir en forma exacta, es decir asignarle un valor, hasta un concepto de descarta esa posibilidad de medición cardinal y se conforma con una “medición” ordinal.
También se muestra, en forma resumida sólo esbozada, cómo va surgiendo el concepto de utilidad marginal y la importancia del mismo en la teoría neoclásica de la elección del consumidor.
Estos son, entonces, los temas que iremos desarrollando: utilidad cardinal, utilidad ordinal, función de utilidad, utilidad marginal y luego pasaremos a la construcción de las curvas de indiferencia.


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